viernes, 21 de diciembre de 2012

gato

Fuente: Flickr.
Algunos derechos reservados por heather0714
El gato es un misterio en sí mismo —dirán los entendidos, o quienes que creen serlo— pero, el gato más que un misterio es un investigador. El dicho de "la curiosidad mató al gato" no se acuñó por nada.

Algunos piensan que los gatos son elegantes, personalmente los considero vulgares a excepción de unos cuantos que he conocido.

Mi hermano Leo tuvo uno que le robó el corazón: "Rayitas".  Y, "rayitas" fueron todos y cada uno de los gatos que desfilaron por su casa con la misma apariencia.

Mi abuela Elena tenía uno al que yo llamaba "Chibibi" cuando tenía algo así como cinco años (yo, no el gato), le gustaba restregarse en mis piernas y ronroneaba cuando le daba trozos de salchichón.

Tuve un gato que se llamaba "Malaquías", su vida fue breve gracias a las prácticas de conservación de la Toshca, una perra mestiza que le cuidé por un tiempo a nuestra amiga Lilia.

El gato más ostentoso que he conocido es el "Señor Osiris". Se comporta como se espera de un gato, creyéndose dueño y señor de la casa que comparte con mi amigo Javier. Realmente es adorable ver la actitud del Señor Osiris y al mismo tiempo, es esa actitud la que me recuerda porque prefiero los perros...

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